jueves, marzo 29, 2007

Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford (Subtítulos en Español)


We all have the power to think positive thoughts and to react positively to every "negative" thing that happens in our lives... , !!! (Todos nosotros tenemos el PODER de tener pensamientos positivos y de reaccionar positivamente, a cada "ASPECTO NEGATIVO" que ocurra en nuestras vidas..!!!...

Un poco largo pero vale la pena verlo por lo aleccionador del contenido del mismo. Steve Jobs es Fundador de Apple, creador del IPOD y exitoso empresario......Ver su Discurso Pinchando aquí


miércoles, marzo 28, 2007

Descubra el Embrujo de combinar su vestuario y sentirme mejor


La utilización de determinados colores en su vestuario conlleva mensajes ocultos de cómo se siente y lo que desea transmitir. Estas pequeñas claves le ayudarán a sentirse mejor y combinar armoniosamente su vestuario.


Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .

Resumen:

• Cómo utilizar los colores en su vestuario
• Qué combinaciones son las más acertadas y cuáles no
• Observe cómo hasta el lenguaje define lo que expresan los colores
• Aprenda qué comunica a través de los colores y cómo influyen en usted

La moda, sin duda alguna, es uno de los factores que influyen a la hora de optar por una prenda u otra, pero también, los gustos personales, las condiciones culturales y la climatología influyen a la hora de elegir un color. Es cierto que la ropa para la mujer admite y permite, una amplia gama de colores, tejidos y combinaciones. El vestuario del hombre es siempre mucho más sobrio y casi siempre, con colores oscuros y discretos, aunque cada vez más en algunos elementos de la indumentaria masculina se va introduciendo mayor gama de colores, por ejemplo en camisas, corbatas, pañuelos, etc.


El color y su fuerza manifiestan mucho más de lo que creemos a primera vista. Su utilización, además de ser una sensación, es un verdadero lenguaje del sentimiento. Así nos podemos encontrar con frecuencia frases que habitualmente oímos y utilizamos: estar en números rojos, elijo el verde de la esperanza, tengo un día gris, me espera un negro porvenir, etc.


También la ciencia habla de los colores como inspiradores y modificadores de la conducta humana. Así algunos psicólogos aseguran que todas las personas poseemos una predilección especial hacia algunos colores y que a través de ellos expresamos nuestro estado anímico, el temperamento, la imaginación y los sentimientos; aunque también está demostrado que estamos influidos por ellos. Una buena elección de los mismos le permitirá mayor número de combinaciones y rentabilizar así sus compras en vestuario.


A los colores pertenecientes a la gama del rojo y amarillo se le denomina colores cálidos y se consideran salientes, porque se perciben como más próximos y dan la impresión de tener mayor peso y tamaño. Los colores cálidos son excitantes de la sensibilidad, sobre todo el rojo. Por el contrario, los colores pertenecientes a la gama de los azules se los denomina fríos y se consideran entrantes, porque aparentemente se perciben más distantes y parecen tener menos peso y tamaño. Los fríos producen sensación de tranquilidad y reposo, sobre todo el azul.


Los colores fríos (como el azul, negro o verde) combinan bien entre ellos y con los neutros (blanco y negro), también armonizan con:


- Algunos grises o burdeos
- Rojos, como el carmín, el escarlata, el magenta, etc.
- Azules, que van desde el celeste hasta el eléctrico
- Verdes, tipo jade o esmeralda
- Amarillo, como el limón y ácido
- Blancos
- Violetas, que van desde el malva al morado
- Colores plateados


Los colores cálidos (como el rojo y el amarillo) combinan bien con los neutros y con alguna gama de beige, tostado y marrón. Además, combinan perfectamente con:


- Rojos, como el rojo geranio, coral, castaño, teja y tomate
- Azules turquesa, tipo petróleo y martín pescador
- Verdes, tipo musgo, caqui, hierba, oliva y bosque
- Amarillos, como maíz, ámbar, azafrán y mostaza
- Blancos, tipo crema y marfil
- Todas las gamas de dorados (oro)


Los colores tienen un lenguaje propio e infunden sensaciones y sentimientos a la persona y a su entorno, por ello, a continuación se describen algunas recomendaciones para su uso, así cómo cuáles utilizar, cuándo y qué sugieren. Éstas son:



Negro

Es un tono serio, pero también muy elegante a cualquier hora y en cualquier ocasión. Suele ser utilizado mucho por el hombre. Combina con casi todo el resto de colores, pero presenta problemas de combinación con aquellos más oscuros, como los azules marinos, marrones y vinos tinto.


El negro es el color del luto y también es el color por antonomasia de los trajes de etiqueta: frac, esmoquin y chaqué.


La mujer también utiliza mucho el color negro porque tiene mucha facilidad para combinarlo y estiliza la figura.


El negro es la ausencia de luz y por tanto, la ausencia de todo color. Connota tristeza y melancolía. Oscuro y compacto, está asociado a sentimientos de misterio y sugiere: nobleza, dignidad, silencio, elegancia y poder.


Marrón


Este color es uno de los más complicados de combinar, principalmente en cuanto al vestuario masculino. Combina armónicamente con: canela, arena, beige y algunas tonalidades de verde.

La mujer lo usa a menudo y es un color que, permanentemente, se encuentra en su fondo de armario.


Es un color tibio y transmite e induce a la calidez y la tibieza.



Gris


Es un color clásico, sobrio y serio. Forma parte tanto del vestuario masculino como del femenino al igual que el negro.

No se debe utilizar en combinación con el marrón y es perfecto para combinar con tonos y gamas de verde, amarillo, granate, azul y negro.


Es un color que significa estabilidad y su uso inspira la creatividad y simboliza el éxito.


Azul marino


Al igual que el color gris y negro, el azul marino es un color clásico y tradicional utilizado por ambos sexos. Combina perfectamente con tonos rojizos, beiges y grises. Se utiliza de manera frecuente en aquellas vestimentas para ocasiones y eventos formales, también para los negocios.
Es el color de la verdad, la serenidad, el poder, la fuerza y el apasionamiento y su uso aporta tranquilidad mental y evita los temores.


Blanco


Es un color que armoniza bien con todos, a excepción de aquellos tonos demasiado claros. La mujer es la que más lo usa exteriormente. En países con climas cálidos se utiliza mucho para trajes de etiqueta como el esmoquin, mientras que en lugares con climas más fríos casi se descarta.


Las camisas y blusas blancas son imprescindibles en cualquier fondo de armario, tanto para él como para ella.


Significa pureza, inocencia y optimismo y su uso induce a la liberación de la mente.


Verde


Dentro de este color, nos encontramos con los llamados verdes cálidos, como: el verde hoja, manzana, menta y militar y que combinan con colores cálidos.

Los verdes tipo aguamarina, esmeralda y verde azulado combinan con el negro, blanco y azul oscuro.


Transmite moderación, esperanza, equilibrio y tradición y su utilización contribuye a relajar los nervios, equilibra las emociones y revitaliza el espíritu.



Beige


Es el resultado de mezclar el marrón con el blanco. Es perfecto para combinar con prendas de colores fríos y cálidos, marrones, rojizos y vinos tinto.

Transmite fascinación y emoción y deja una sensación perdurable, brillante y fuerte.



Rojo

La combinación de este color con el beige, azul, negro, gris o blanco resulta armoniosa y perfecta.
Es el color de la energía, la vitalidad, el apasionamiento y el valor. Nos ayuda a disipar cualquier sentimiento depresivo y sirve para intensificar nuestro cuerpo y nuestra mente con efervescencia y pasión.



Amarillo


Es un color alegre, asociado a la luz solar, joven, vivo y extrovertido. Se puede combinar con el negro, azul oscuro, marrón y verde caqui o militar.


Es el color de la inteligencia, el ánimo y la comunicación y nos ayuda a estimular y limpiar nuestra mente.


Rosa


Es un color alegre, divertido y delicado. Tradicionalmente ha sido la tonalidad que distinguía a las niñas de los niños. Es un matiz utilizado habitualmente por las señoras, aunque en la actualidad también los señores empiezan a utilizarlo, principalmente en camisas y corbata.


Es un color que transmite delicadeza, discreción, feminidad y tranquilidad; se puede mezclar con azul marino, gris, negro y blanco.

viernes, marzo 23, 2007

Cómo aprovechar las nuevas tecnologías para optimizar su imagen



La entrada en la era tecnológica supuso el desarrollo de una nueva forma de comunicación. Hoy en día, la comunicación a través de los teléfonos móviles y el correo electrónico se ha convertido en una herramienta habitual e imprescindible tanto en el plano personal, como en el profesional.

Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .

Resumen:

Consejos y normas de cortesía y buen hacer en la comunicación por teléfono móvil

Recomendaciones básicas para el envío y recepción de correos electrónicos

Nadie duda de la importancia que tiene desarrollar una comunicación efectiva en cualquier tipo de relación. El mensaje no es un elemento aislado sino un conjunto de circunstancias (el contexto social y cultural, la forma de transmisión, los ruidos, etc.); como dijo Ortega y Gasset: “yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo” (porque así es su famosa cita completa); si no nos preocupamos por esas circunstancias, no estamos haciendo ningún favor al mensaje y a nuestra imagen.

A los problemas que dificultan cualquier comunicación interpersonal directa, se añaden otros, cuando la comunicación se realiza a través de algún sistema intermediario como teléfono, papel (cartas), correos electrónicos, etc. Dichos problemas o “ruidos de comunicación”, si bien, son difíciles de eliminar totalmente, deben conocerse a fin de ser evitados o controlados.

En cualquier tipo de comunicación donde los interlocutores no se ven físicamente se produce una falta de kinesia (lenguaje del cuerpo), lo cual, deja desprovisto al mensaje de su circunstancia global; cuando hablamos con alguien que está, frente a frente, vemos su predisposición: si bosteza, asiente, abre los ojos, frunce el ceño, etc., pero cuando no vemos a la persona, tan sólo podemos intuirlo, a veces, no acertadamente.

Con la llegada de la telefonía móvil e internet comienza una nueva forma de comunicar con los demás, más rápida e instantánea, sin que por ello, debamos de descuidar ciertas normas de cortesía y buen hacer.

El teléfono móvil

El uso del móvil para hablar con otra persona, no tienen unas normas y usos distintas de las del teléfono tradicional. Lo que dota a dicho artículo de una característica propia, que afecta a la comunicación, es el tema de los mensajes y su portabilidad.

En cuanto al tema de los mensajes, tan sólo resaltar que no está indicado para hacer comunicaciones con personas cuyo trato no es cercano o cuando es una relación formal: si prevemos que vamos a llegar cinco minutos tarde a una reunión, haremos una llamada, no mandaremos un mensaje. Tema aparte es cuando el receptor es un “amigo”.

El uso habitual del móvil y la generalización del envío de mensajes, ha provocado el uso de un lenguaje propio a base de abreviaturas (porque = xq, también = tb, se que te = sqt, etc.,) que puede causar no pocos problemas de comunicación, independiente del mal uso que hacemos de nuestro idioma. Aunque puedan parecer obvias y la breve extensión del mensaje casi obligue a ellas, el protocolo social aconseja no utilizar este tipo de abreviaturas que no significan nada y destrozan nuestra lengua. Si la persona lo desea, debe limitar su uso a entornos familiares o de amigos y siempre que, estemos seguros de que el receptor va a entender perfectamente el texto, porque esté habituado a esa misma jerga.

A pesar de sus inconvenientes, se ha convertido en una forma rápida y fácil de información masiva. Actualmente se ha implantado el uso de “plataformas de mensajes” que utilizan muchas empresas con fines comerciales o de información general; por ejemplo, los mensajes de empresas de telefonía móvil, enviados a sus usuarios para informar sobre promociones, descuentos, ...

La otra cuestión, el que se pueda llevar encima un teléfono e iniciar una conversación en cualquier lugar, evidentemente, ha permitido una mejor comunicación y localización de las personas pero también, en algunos casos, una falta de cortesía para las personas que nos rodean.

Mantener encendido el móvil, en muchas ocasiones, se ha convertido en una necesidad, sin valorar que puede molestar a las personas con las que usted esté reunido, en un almuerzo, en una conferencia, etc. Si debe dejarlo conectado, comente que está esperando una llamada importante y manténgalo en posición de silencio; si ha de hablar, no lo haga delante de todos, salga a un lugar apartado y que no interfiera en el desarrollo del encuentro.

Correo electrónico o e-mail

En poco se diferencia o se debería diferenciar, la utilización del correo electrónico, como medio de comunicación, del correo postal. Digo “se debería” porque no pocas personas, hacen de los mensajes on-line, una forma de escritura poco formal o no demasiado cuidada, quizá por la aparente frialdad del medio.

Aunque este tema es muy extenso, existen algunas recomendaciones básicas que ayudan a que el correo electrónico consiga que el mensaje llegue de la forma más clara y objetiva posible. Algunos consejos a tener en cuenta son:

- La primera norma de cualquier texto escrito, se resume, en la palabra nemotécnica inglesa KISS (Keep it simple and short), es decir: “hazlo sencillo y corto”. Las frases demasiado largas o complejas dificultan el entendimiento. El uso lógico de puntos, punto y coma y dos puntos facilitan la lectura y su comprensión.

- Mucho cuidado con puntuar correctamente, no olvidemos que una coma mal situada o un punto incorrecto puede cambiar completamente el significado de una frase.

- Si tenemos que enviar mucha información es mejor crear documentos adjuntos o links (accesos a otras páginas desde donde obtener la información), a fin de facilitar su manejo. En el caso de los documentos adjuntos, debemos cerciorarnos de que no puedan infectar con ningún virus al destinatario. Un link siempre agiliza el envío de un e-mail, frente a los adjuntos, ya que no aumenta el peso (kilobytes enviados) del mismo.

- El texto ha de ser claro, es decir, que debemos evitar las abreviaturas como en el caso de los mensajes a través de móviles y hacer frases completas: un e-mail, aunque más dinámico que una carta postal, no es un telegrama.

- Es importante cuidar tanto el lenguaje como la tipografía. Las letras tipo seriff (las más curvadas tipo Times New Roman, Bookman o tipos manuscrito como english o monotype cursiva ) dan un aire más clásico y formal al texto. Las letras tipo palo (arial, verdana, etc.) son más modernas. En general, los tipos sheriff, que no son manuscritas, son más fáciles de leer y cansan menos la vista, razón por la cual, son habitualmente utilizadas en los libros de texto.

- Actualmente, se puede acceder a gran cantidad de decoración, fondos, emoticons, viñetas, etc. Hemos de tener en cuenta que de utilizarse, han de estar en concordancia con el mensaje. Para comunicaciones más formales, mejor abstenerse de incluir ningún tipo de decoración salvo, en el caso de comunicaciones corporativas, que podrá incluirse el logotipo de la empresa o similar, a fin de personalizarlo.

- La utilización de mayúsculas, salvo en los casos en los que la gramática obliga, reflejan exaltación o elevación del tono de voz. No es extraño encontrar pseudo-emoticons para dar entonación al texto como: “:)” para sonreir, “:o” para expresar sorpresa, “:<” para mostrar decepción, etc. Hemos de limitar su uso, al igual que la decoración, para las comunicaciones muy informales en las que tengamos una relación muy estrecha con nuestro interlocutor.

- Al redactar, es importantísimo que cuidemos mucho la forma de expresarnos y repasar el texto, poniéndonos en “la piel” del destinatario. Leyendo no se puede intuir el tono o la intención; un texto que sea demasiado directo o formal, dependiendo de la persona y su circunstancia, puede resultar cortante. Igualmente, hemos de evitar los juegos de palabras y frases con dobles sentidos o demasiado coloquiales, porque pueden ser mal interpretadas.

- Las normas de cortesía utilizadas en la correspondencia tradicional deben de mantenerse en el correo electrónico. El omitir tratamientos (Ilustrísimo, Sr. D., etc.) y el trato (utilización de usted, despedirse con atentamente, sinceramente, etc.), no está en ningún caso justificado salvo que el tipo de relación (amistad) lo permita.

- El desarrollo y su forma también ha de ser el habitual: entrada, introducción, cuerpo o desarrollo, despedida o conclusión y firma, deben de respetarse. La fecha no será necesaria ya que el programa de gestión de los correos, toma la fecha directamente y algo muy importante a tener siempre en cuenta, es que debemos rellenar el campo “asunto”. Hay muchas personas que reciben muchos correos y cuando lo ven vacío, borran directamente el e-mail, sin fijarse en el emisor; también se puede dar la circunstancia de que servidores que tienen activados sistemas antispam, eliminen directamente el mensaje.

- Cuando contacte por primera vez con una persona, es muy importante decir la razón por la cual la escribe, cómo ha conseguido su e-mail y que nos presentemos de la forma más clara posible. Hay que tener en cuenta que el SPAM (o envío masivo de correos no solicitados) está prohibido y perseguido legalmente.

- A fin de que el receptor sepa quien se dirige a él, siempre ha de firmarse el correo electrónico con el nombre y uno o dos apellidos (según la costumbre), datos de la empresa, si procede, y al menos, un teléfono y/o dirección de e-mail de contacto. En total, los datos personales o profesionales no deben exceder de 4 o 5 líneas.

- Hemos de tener en cuenta que los datos de cualquier persona, esto incluye su nombre y correo, son propiedad del interesado y no se pueden utilizar sin justificación. En base a esto, hemos de tener en cuenta que no debemos enviar correos masivos, salvo que las direcciones se envíen con copia oculta, es decir, que cada destinatario sólo vea su propio contacto o el de la persona que lo envió. Además, los correos masivos dan una imagen de falta de personalización que es, uno de los valores más importantes en la comunicación efectiva, especialmente, si tiene carácter comercial.

- No es aconsejable, en el caso de correos que tienen varios reenvíos, que se conserve el histórico completo, es decir, mantener todos los textos y las contestaciones de los e-mails anteriores. En general, el texto se va desvirtuando, aparecen textos con diferentes colores o márgenes, cuantos más reenvíos hagamos. Si consideramos que es importante que el destinatario conozca la secuencia de mensajes o algunos de ellos, siempre podemos incorporarlos como adjuntos. Lo más apropiado es comenzar un nuevo mensaje por cada envío y no utilizar la opción de reenviar. Cuando respondamos a un correo, es recomendable que escribamos nuestra contestación al comienzo, dejando el mensaje recibido, al final, si consideramos necesario incluirlo y modificar el texto del asunto, si se estima oportuno.

- El uso del correo electrónico ha facilitado enormemente el trabajo de envío de información pero no es aconsejable siempre. En el caso del envío de invitaciones u otras acciones más formales o solemnes, sigue siendo más apropiado, sin lugar a dudas, el envío de la invitación en papel. Siempre podemos utilizar el e-mail para una posterior confirmación de recepción, aunque si es posible, esta acción deberíamos hacerla por teléfono, invitaciones fuera de plazo (eso sí, cuidando al máximo la estética) o acciones posteriores de menor formalidad.

El uso habitual de herramientas como el correo electrónico o el teléfono móvil, no nos debe hacer descuidar la forma en la que nos comunicamos con nuestro entorno. Siempre debemos tener presente que en cualquier acción de comunicación que iniciamos, estamos transmitiendo qué, cómo y quiénes somos, por tanto, nuestra personalidad y la imagen que deseamos que los demás tengan de nosotros o de nuestra empresa.

martes, marzo 20, 2007

Hablamos cuando nuestra boca calla




En algunas ocasiones y sin saber por qué usted conoce a personas con las que conecta perfectamente y el diálogo y la forma de relacionarse con ellas es perfecta; pero otras, parece que no hay forma de entenderse o de llegar a un acuerdo. En todo esto tiene mucho que ver, lo que usted está diciendo con palabras, pero existe otro lenguaje, al que muchas veces no se presta la atención adecuada y que se manifiesta de una manera subconsciente y que habla de forma espontánea, éste es el lenguaje de su cuerpo.


Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .









Resumen:



• Habitualmente las personas se preparan y se forman para saber presentar o exponer el producto o servicio que presta, pero tan importante como saber decir lo que quiere, es conectar con su audiencia


• El lenguaje corporal habla por si mismo y en muchas ocasiones, nuestras palabras, no se relacionan con lo que expresamos con gestos


• Descubra los diferentes tipos de saludos y cómo expresar con su cuerpo, lo que está expresando verbalmente


• El lenguaje del cuerpo es como el verbal, no se puede analizar de forma aislada cada gesto, sino que debe ser visto como un conjunto global.


• Conocer y usar de forma adecuada el lenguaje de los gestos, le ayudará a conectar mejor con las personas con las que se relaciona, a encontrar puntos de empatía con ellas y a mejorar su comunicación.




Hace tiempo, varios responsables de la empresa en donde yo trabajaba, me comentaban que yo tenía dotes para desarrollar tareas comerciales. La verdad, es que yo no veía cómo podían decir eso, porque la verdad es que a mi me parecía un tema muy difícil y creía no estar preparada.


Pero tanto se habló de ello, que al final me vi en el departamento comercial. Al principio, lo pasé regular - esto para intentar ser positiva - me costaba relacionarme con las personas e intentar convencerlas, de qué los servicios que les ofrecía eran, lo que ellos necesitaban.


Le cuento esto, porque al final, me metí en un curso de Técnicas de Ventas para intentar hacer mejor mi trabajo, y esto para mi, fue toda una experiencia maravillosa, que me ayudó a descubrir muchas cosas, una de ellas, el mágico mundo del lenguaje del cuerpo.


Tanto me entusiasmó que quise aprender más y empezar a investigar sobre este tema.


Yo no entendía por qué algunas relaciones eran facilísimas y otras, eran tan complicadas. Por qué en algunas reuniones me sentía cómoda y en otras, en cambio, me sentía fatal y hasta insignificante. Pero cuando comencé a conocer e investigar más sobre el lenguaje del cuerpo empecé a descubrir muchas cosas que antes, no entendía. (Mime su imagen potenciando sus valores personales)


Una de ellas fue que la comunicación humana se efectúa más mediante gestos, posturas, posiciones y distancias, que por cualquier otro método. A partir de aquí, empecé a comprender por qué en algunas ocasiones me sentía bien con una persona y en otras, me hubiera gustado desaparecer.


¿No le ha pasado en alguna ocasión, qué acaba de conocer a una persona y casi sin mediar una sola palabra, no le cae bien o por el contrario, le cae genial? Pues en esto, tiene mucho que ver el lenguaje del cuerpo. La forma en la que le saluda o le da la mano, el modo de acercarse a usted, la mirada o el tono de voz, es visualizado por su mente y sin que se haya dicho nada, usted ya se ha hecho una imagen preliminar de la persona o le condiciona, en la forma en la que se va a relacionar con ella.


Creo que un aspecto muy importante en el cuidado y atención de la imagen personal, se encuentra, en prestar atención al lenguaje del cuerpo. Conocerlo y usarlo de forma adecuada, le ayudará a conectar mejor con las personas con las que se relaciona, a encontrar puntos de empatía con ellas y a mejorar su comunicación.


En muchas ocasiones habrá oído decir que hay personas más intuitivas o que tienen más desarrollada su percepción. Desde un punto de vista técnico, nos estamos refiriendo a la capacidad para leer los mensajes no verbales de otra persona, llevándolas a comparación con las señales verbales.


Ahora imagine que está dando una conferencia, ha comenzado a hablar del tema de su disertación, que además se ha preparado con mucha ilusión y observa en el auditorio, que las personas están inclinadas y echadas hacia atrás en sus asientos, la barbilla está baja y los brazos los tienen cruzados. Nadie ha dicho a esta personas que hagan esto, pero sin embargo, lo hacen. A poco que intuya, habrá comprendido que estas personas no se están interesando para nada en su charla y habrá de dar un golpe de efecto para cambiar su actitud. A lo mejor, deberá cambiar su tono de voz o simplemente, sacarles de esa posición contándoles una anécdota curiosa o graciosa, pero lo que está claro, es que si quiere triunfar, deberá observar estas señales y modificar esa postura.


Una cuestión a tener en cuenta es que los gestos no pueden analizarse de forma aislada y que debe – leerse - dentro de un conjunto global. Como cualquier otro lenguaje, el del cuerpo tiene también palabras, frases y puntuación. Cada gesto es una palabra y ésta, puede tener varios significados. Sólo cuando la analiza dentro de una frase, sabrá el significado correcto; pues el lenguaje de los gestos es igual, debe analizar todo, qué está diciendo de palabra la persona y cómo, se está manifestando su cuerpo.


Así, por ejemplo, nos podemos encontrar diferentes significados en la mirada, que combinada con otras partes de la cara y el cuerpo expresan cosas diferentes.


La mirada de negocios se produce cuando una persona dirige sus ojos formando un rectángulo imaginario entre la frente y los ojos de su interlocutor.


La mirada social es aquella que se produce cuando ese rectángulo imaginario desciende hacia la boca.


La mirada íntima es la recorre los ojos, pasando por la boca y el mentón, para después dirigirse a otras partes del cuerpo.


La mirada de reojo, aquí es donde se usa la combinación de los ojos con otras partes de la cara, como las cejas o la boca. Esta puede transmitir interés u hostilidad a la otra persona. Así, cuando combina la elevación de las cejas o una sonrisa y los ojos, estará comunicando interés. En el caso contrario, las cejas fruncidas o hacia abajo, con las comisuras de la boca también bajas, estará diciendo a la otra persona que su actitud es crítica, la rechaza o está mostrando su hostilidad.


Para que vea que todo va en sintonía con sus sentimientos, vamos a expresar hostilidad. Váyase a un espejo, ponga una enorme sonrisa en su cara e intentan fruncir los ojos para demostrarte hostilidad ¿a qué no puede? ¿a que su sonrisa desaparece? Pruebe lo contrario y verá que tampoco.


Su cuerpo expresa con gestos, precisamente, lo que siente. Ahora combine estos gestos con palabras - siga en el espejo - ponga una gran sonrisa y empieza a decir cosas que expresen crítica y hostilidad, como: le odio, no le aguanto, etc...., ¿a que esta vez si ha podido mantener la sonrisa y decir esas cosas? Al contrario, igual. Eso demuestra, que lo en un momento determinado decimos, puede no ir unido a lo que sentimos y entonces, nuestro cuerpo expresar cosas contrarias a las habladas.


Veamos ahora otro gesto, que habitualmente usamos, como es el saludo a través del apretón de manos. Este nos dice muchas cosas de la persona que nos saluda, al igual, que dice mucho de nosotros. La forma de hacerlo es estrecharse las palmas y sacudirlas.


Lo que se transmite con este gesto se hace de forma inconsciente, pero con la práctica, usted puede modificar el gesto y decir aquello que quiere. Veamos ahora la forma en que se realiza este gesto y sus significados.


Acaba de conocer a una persona y se estrechan la mano. Una persona dominante, cuando vaya a realizar este gesto, intentará colocar la mano para situarla por encima de la suya, dejando su palma de la mano hacia arriba y demostrando así, su superioridad. Al contrario, una persona que le saluda y coloca la palma hacia arriba, dejando la suya hacia abajo, denota sumisión, pero también, puede significar que le cede el control de una situación o desea hacerle sentir bien. La posición correcta - de igualdad - es en la que ambas estrechan sus manos y las palmas entrecruzadas, quedan perpendiculares al suelo.


También nos podemos encontrar con el triturador de manos, contra esto no podemos hacer nada, estas personas nos están intentado transmitir su rudeza y que son muy agresivos o dominantes, aunque como he contado anteriormente, debemos analizar luego el resto de su cuerpo y el qué nos dice, porque a lo mejor está intentado enmascarar un gran complejo de inferioridad.


Otro gesto de estrechar la mano y con el que se puede encontrar es el saludo tipo anguila, que es el que se produce cuando una persona nos da su mano y ésta, se nos escapa, está blanda, sin vida. Esta forma de saludar produce mucho rechazo y muestra poco interés o una persona con complejos o apocada.


Y por último, el saludo tipo guante, que consiste en el apretón de manos tradicional, al que se suma, la otra, para envolver totalmente la mano del saludado. El iniciador de este saludo quiere dar la impresión de que es una persona honesta y digna de confianza, pero si el receptor no conoce mucho a esta persona, puede producir el efecto contrario y puede generar desconfianza. A este tipo de saludo, también se le suele llamar “apretón de manos del político”.


Muchas veces, no sé es consciente de cómo se saluda, por eso es muy interesante que le pregunte a sus amigos, para que le digan de qué forma lo hace, y así realizarlo de la manera más conveniente.


Conocer el lenguaje del cuerpo, le permitirá leer el pensamiento de otras personas y le ayudará a conectar con ellas. Controlarlo, mejorará su seguridad y expresará sólo aquello que quiere decir, de palabra y de hecho. Esto no significa que pierda su naturalidad, sino que haga y diga las cosas de la forma más conveniente, dependiendo de la situación.

El poder de los pequeños detalles




Las empresas, en algunas ocasiones, hacen grandes inversiones en implementar métodos y sistemas que les hagan más competitivos y olvidan, algunas pequeñas cuestiones, que les pueden ayudar a marcar la diferencia de su competencia.


Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .









Resumen:

• Recorrido por la historia para comprobar cómo el protocolo, les ayudó a organizar y gestionar sus actos para conseguir sus objetivos.


• Si en nuestro entorno privado cuidamos la atención y el cuidado de nuestros invitados ¿por qué no hacemos lo mismo en nuestra empresa?


• La atención telefónica, las visitas de los clientes a la empresa o la planificación de éstas, le ayudarán marcar la diferencia en su sector.


• El protocolo empresarial se puede convertir en una herramienta más de gestión, como método organizativo de las relaciones y la comunicación de su empresa.


Últimamente la palabra protocolo, en el mundo empresarial, se encuentra en boca de todos y cada vez más personas utilizan esta palabra, para definir acciones o estrategias que se implantan en sus empresas, pero ¿una pyme tiene tiempo o puede invertir en establecer su propio protocolo empresarial?. Sinceramente, nosotros pensamos que sí.


Antes de adentrarnos en cómo una empresa, puede mejorar su imagen potenciando los pequeños detalles, hagamos un rápido recorrido por la historia y veamos, por qué, cómo y para qué se usaba el protocolo.


Desde los comienzos de la humanidad, el protocolo surgió para cubrir las necesidades de reconocimiento y de hacer destacar a la persona que gobernaba o presidía, así como para establecer un conjunto de normas que regularan e impusieran las buenas formas. No se debe olvidar que la higiene y las formas en la mesa, no eran muy atendidas por la corte o el pueblo.


Siguiendo nuestro rápido recorrido por la historia, en el pueblo persa existía una rígida y bien organizada etiqueta y ceremonial, que permitía a los nobles e incluso a los príncipes, mediante una serie de ceremonias protocolarias presentarse al Rey. Todo este tipo de reglas lo podemos observar en muchas civilizaciones, donde los mandatarios eran dioses y no se les podía ni mirar al rostro, (romanos, egipcios, ...) y en donde estaba totalmente establecido hasta el modo de saludar. El incumplimiento de estas normas, en muchos casos, llevaba consigo el castigo para el infractor.


El protocolo también fue utilizado para destacar al personaje más importante de la ceremonia y marcar el centro de todas las miradas. Así los reyes, los nobles y los papas, se rodeaban de sus personajes más importantes: nobles, guerreros,... quedando alejados el resto de los mortales.


Era necesario tener establecido un ceremonial para las coronaciones, bodas, funerales, etc. En todos estos casos, la ceremonia estaba perfectamente regulada, estableciéndose los recorridos, los saludos a las diferentes autoridades (reyes, nobles, iglesia, ...) y el programa, de cómo debía transcurrir el acto.


En estos tiempos, era una forma de proceder ante pueblos normalmente incultos y bárbaros, donde se regulaban e imponían las buenas formas y la educación. Su utilización, en muchos casos, ha servido para el hermanamiento de pueblos, para evitar guerras y para salir de situaciones difíciles, que sin el uso de estas reglas, hubieran terminado en desastre. También fueron útiles para mantener una cierta higiene a la hora de sentarse en la mesa y regular el comportamiento en la misma.


Seguramente, se estará preguntando a qué viene todo esto y de qué manera se puede extrapolar, al mundo de la empresa. Piense un momento, si civilizaciones anteriores a nosotros, prepararon y ordenaron un conjunto de normas para que sus actos se desarrollaran sin problemas, fueran más fáciles las relaciones entre diferentes pueblos, se acercaran posturas y se hermanaran para evitar guerras, no cree ¿que si lo llevamos al mundo empresarial, se podrían conseguir maravillosos resultados?


Las empresas tienen ahora un instrumento más para diferenciarse del resto de su competencia. Cuidar los detalles, hacer que su cliente se sienta el más importante, que recuerde a su compañía por el agradable trato recibido, por la perfección de su organización o de sus métodos de producción. Esto son algunas cosas, que el protocolo empresarial le ayudará a realizar.


Cuando recibimos en nuestra casa invitados especiales, creamos un ambiente agradable y encantador. Preparamos todos los detalles para recibir a esas personas que nos van a honrar con su visita. Elegimos perfectamente el menú que vamos a degustar, los vinos, la vajilla, la cubertería, la cristalería, los ornamentos que vamos a situar en la mesa, la ubicación de nuestros comensales..., en resumen, cuidamos todos los detalles para que nuestros invitados se sientan agasajados e importantes, se lleven un grato recuerdo de nuestro hogar y de este modo, siempre recuerden lo bien que se sintieron.


En el mundo empresarial se tienen muchos más eventos que coordinar, que en la vida privada y se está obligado a cuidar, especialmente la imagen. Hay que establecer un trato cuidado con los clientes, sobre todo, cuando se desplazan a sus instalaciones para conocerle. Ellos serán sus invitados y tendrán que marcharse de la compañía, con la sensación de ser su cliente más distinguido.


En un mercado donde la captación de clientes es tarea ardua, donde cada vez la competencia crea nuevas estrategias para optar a más cuota de mercado, donde resulta menos fácil competir en producto, servicio, calidad o precio, se debe encontrar algo, que le diferencie y le ayude a marcar diferencias, con las empresas de su sector.


Cuidar la imagen corporativa no es sólo preparar el mejor catálogo, el logotipo más impactante y que siempre se recuerde, el vídeo que muestra sus instalaciones, además de esto, deberá saber recibir, atender y agasajar a sus invitados.


La recepción de clientes a nuestras instalaciones es muy importante, porque le tenemos en nuestro terreno y se debe establecer un guión donde establezcamos claramente: los objetivos que queremos alcanzar con esa visita, que deseamos mostrar, como lo vamos a realizar y planificar, todos los medios necesarios para que salga bien. Esto parece bastante obvio, pero cuantas veces hemos visto o hemos sufrido nosotros mismos, una visita no planificada, donde los elementos se alían para que todo salga mal. Situaciones en donde vamos a presentar nuestro proyecto y el proyector no funciona, porque se ha fundido la luz; debemos mostrar nuestro método de producción y ese día, la máquina está dando un sinfín de problemas. Si hubiéramos planificado previamente las acciones a realizar ese día, seguramente todo habría estado preparado y hubiéramos dejado menos causas al azar para fallar.


El inicio de cualquier relación empresarial comienza por la atención de las llamadas de teléfono. Cuando una persona llama a una organización, le gusta que quien responde tenga una voz agradable, que cuando solicita información, le sea facilitada y que, cuando pregunta por una persona, la llamada sea transferida con rapidez. Largas esperas colgados al teléfono, escuchando una melodía repetitiva o largos silencios, hacen que la persona se impaciente. Piense que la persona que llama y está esperando, 30 segundos o más, este tiempo se le hace interminable. Si no se puede satisfacer rápidamente a esta persona, se tomará su número de teléfono y a la mayor brevedad, la persona por la que preguntaba, se pondrá en contacto con él.


La utilización del protocolo en el mundo de los negocios está empezando a penetrar con fuerza, como una herramienta más de la estrategia empresarial y como método organizativo. Eventos como los desayunos de trabajo, seminarios, convenciones de ventas, viajes de incentivos, ... son proyectos muy costosos para dejarlos en manos de la improvisación o la precipitación.


Marcar los objetivos de cualquier acto empresarial, organizar, planificar y llevar a buen término el mismo, hará que nuestras inversiones alcancen la rentabilidad que esperamos y todo ello, es tarea del estilo y organización de nuestra empresa, al final de nuestro protocolo empresarial.

La Imagen Personal, un activo muy importante a cuidar


La imagen personal es la carta de presentación que usted tiene hacia su entorno: sus clientes, proveedores, entidades financieras, sus colaboradores, etc., y no siempre es transmitida tal y cómo usted desea. A través de la Guía práctica para mejorar su imagen y proyectar confianza, recordará y encontrará información, técnicas y consejos que le permitirán controlar el cómo los demás le perciben, porque es diferente lo que usted desea decir con su forma de ser, de estar o de vestir y otra muy diferente lo que su entorno recibe.

Cuando un empresario crea una empresa se ocupa de dotarla de una imagen por la que sea reconocida y que le permita perdurar en el tiempo. También eligen a las personas adecuadas para desempeñar las diferentes funciones necesarias y que sean los mejores, para llevar a buen puerto su nave, ¿pero, cuántos se ocupan de preparar y formar a sus colaboradores en transmitir una buena imagen personal?

Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .

Resumen:

• Para potenciar su imagen personal debe mantener una coherencia entre los cuatro canales de información que se utilizan al transmitir cualquier mensaje. Cuatro instrumentos que deben apoyarse entre sí: su apariencia exterior, la indumentaria, los gestos y la voz, el tono y su modulación.

• Las personas que colaboran en las empresas se convierten en sus embajadores y son los responsables de transmitir la credibilidad de los productos y/o servicios que éstas ofrecen.

• Una persona que cuida su imagen se siente más segura y confiada en lo que ofrece y transmitiendo una fuerza imparable.

• El periodo más crítico cuando se produce el primer encuentro con una persona son los primeros cinco minutos, por tanto, se debe aprovechar

Las empresas suelen invertir para mejorar su identidad corporativa o al menos, debería ser así. Cuidar todos los detalles en sus relaciones con los clientes, proveedores, colaboradores, etc., se hace fundamental, pero algo que no se debe olvidar, es que para transmitir la imagen que los demás ven de la empresa, lo hacen las personas que la forman, que se convierten en sus embajadores y son los responsables de transmitir la credibilidad de los productos o servicios que ofrecen.

Desarrollar un estilo corporativo propio y único, es esencial para obtener una ventaja diferencial, que permita grabar en la mente de los clientes la excelencia de la compañía y favorecer su fidelización. Marcar diferencias para ofrecer un mejor servicio y un mejor trato, permitirá poner barreras a los competidores, pero ¿las personas que colaboran en las empresas se sienten participes de la imagen a transmitir? ¿se les prepara para difundir los valores de la empresa? ¿se les forma para cuidar su imagen personal? ¿qué entendemos por imagen personal?.

Cuando se oye o se habla de imagen, casi siempre, la mente se va hacia hombres y mujeres espectaculares, con mucho glamour, con unas medidas perfectas, cuerpos esbeltos y con un gran atractivo.

Pero entonces ¿si la madre naturaleza no nos ha concedido un cuerpo magnífico, nuestra imagen personal puede verse afectada?

Estoy segura de que “NO”. Las personas somos algo más que un aspecto físico, estamos dotadas de una mente maravillosa y de unos valores, que hacen que seamos lo que realmente somos.

Un aspecto físico impecable con una mente vacía, sin personalidad, no sirve. Al contrario, una mente prodigiosa con una apariencia descuida o sucia, tampoco.

El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de presentación de una persona, que debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal.

Por tanto, cuando hablamos de imagen personal, no nos referimos solamente al atuendo que se lleve, sino que es algo más amplio, que abarca también: los rasgos físicos, posturas y movimientos al sentarse, al caminar, al saludar, el tono de la voz, la mirada, la risa y la sonrisa, la higiene, la cortesía, la educación, etcétera. Podemos decir que es un estilo de vida, la forma de ser y actuar y en consecuencia, cada persona tiene la suya propia.

La imagen personal es importante cuidarla ya que es lo primero que los demás ven de nosotros. Cuando una persona se presenta ante otras, antes de pronunciar una palabra, ya está transmitiendo datos e ideas, aún sin quererlo. Aunque no seamos conscientes, todos proyectamos nuestra personalidad a través de la imagen que ofrecemos al exterior.

Suele decirse, que el periodo más crítico cuando se produce el primer encuentro con una persona son los primeros cinco minutos. Las impresiones que se forman durante este tiempo persistirán y se reforzarán, en función del comportamiento posterior del individuo. Seguro que habrá oído hablar de una frase muy popular que dice: “la primera impresión es la que cuenta” y si ésta es positiva, hay mucho terreno ganado; en cambio, si ocurre al contrario, se tarda el doble de tiempo para intentar cambiar la opinión de nuestro interlocutor. Haciendo referencia a otra frase que proviene del saber popular, es importante recordar que “no existe una segunda oportunidad para causar una primera impresión”.

Ahora piense, aceptamos que un individuo cuya apariencia nos resulta sospechosa o desagradable, haya cometido un hecho delictivo, mientras que, si la misma acción se imputa a alguien a quien consideramos un ejemplo de rectitud y nobleza, nos costará admitir su culpabilidad, hasta que nos presenten pruebas contundentes y palpables de ello. Para apoyar un poco más esta postura, imagine que va caminando por una calle poco transitada y de pronto, ve a una persona que se dirige hacia usted, su aspecto es sucio, despeinado y mal vestido, automáticamente, se apresurará para cambiar de acera rápidamente, mientras que si la persona que se le acerca va bien vestida y aseada no le preocupará; a lo mejor se equivoca, pero su aspecto exterior le ha hecho reaccionar.

¿Por qué se suele hacer esto? Se debe, a que se asocia la imagen de cada persona, con ciertos juicios y valores predefinidos, de modo que el inconsciente crea una especie de filtro, que nos hace receptivos a los datos que coinciden con esa imagen y refractarios, frente a los que no responden a tal esquema.

La imagen personal es como una foto, es todo lo que los demás ven de nosotros en una rápida y fugaz mirada. Conseguida, comienza el juicio psicológico, ¿ofrece o no, confianza? Evidentemente, cuando se está frente a personas, todo se desarrolla en cuestión de minutos.

Por otra parte, la buena presencia, al ser y sentirse agradable a la vista de otros, hace a las personas más seguras de sí mismas, lo cual mejora en gran medida su desarrollo personal, profesional y social.

El boom de la publicidad masiva en Estados Unidos en los años sesenta, llevó a muchas empresas, a estimular la venta de sus productos, a través de la capacidad de seducción de la imagen e hizo recobrar el viejo proverbio chino que reconocía que “una imagen vale más que mil palabras”.

La regla de oro para transmitir una buena imagen es: “estar a gusto y seguro con uno mismo”.

Para potenciar su imagen debe cuidar una norma fundamental, que es mantener una coherencia entre los cuatro canales de información que se utilizan al transmitir cualquier mensaje. Cuatro instrumentos que deben apoyarse entre sí:

Condiciones físicas: apariencia exterior

La voz, el tono y su modulación

Los gestos

La indumentaria

Cuando algunos de los elementos no están armonizados con el resto, sitúa al oyente en la disyuntiva de creer en lo que se dijo o cómo se dijo. Muchas personas tienden a creer más en lo que ven, que en lo que se les dice. Un buen ejemplo de adaptación a estas circunstancias lo dan algunos políticos. La forma en que se dice algo, debe ser coherente con el contenido del mensaje.

La confianza que una persona tenga en los productos y servicios que vende su empresa, la creencia y el sentimiento de pertenencia a un equipo de trabajo y la total certeza, de que su trabajo es importante y necesario, reforzará su imagen personal, lo que permitirá favorecer la correcta transmisión de la identidad corporativa de su compañía. Además, si ésta se ha ocupado de formar a ésta en aspectos para mejorar o cambiar su imagen personal como: vestimenta, factores del entorno y personales, paralenguaje, proxemia, lenguaje corporal y conocimiento social, el éxito estará garantizado, porque la tranquilidad y la seguridad en sí misma que esta persona transmitirá, la harán imparable.

Diez pilares para una comunicación eficaz



Factores imprescindibles para plantear una comunicación

La práctica totalidad de las empresas quieren que se las conozca y necesitan hacerse oír, por ello, invierten en comunicación. Pero no todas alcanzan los objetivos fijados o en el intento pierden de vista estos objetivos. ¿Qué se puede hacer para evitarlo y tener éxito?

Por Ana Costas, Directora General deMarco de Comunicación en Madrid

Resumen:

Hay un afán por hacerse oír sin más, lo que no significa comunicar.

Si bien la notoriedad es fundamental en el panorama económico actual, deberíamos buscar que nos escuchen y nos entiendan.

Es importante tener claro qué decir, a quién, cómo y cuándo, un sencillo pero útil cuestionario.

Las empresas quieren hacerse oír, es más, lo necesitan. Igual que las personas. Los mismos directivos, como profesionales e incluso como individuos, quieren hacerse oír. Para vender sus productos y servicios, para tener éxito en el mercado y ¿por qué no? para alcanzar y disfrutar sus, al menos, 15 minutos de gloria. Pero no basta con que queramos que nos oigan. No sólo por eso nos vamos a hacer escuchar o porque queramos que entiendan nos van a entender. Y, sin embargo, se siguen destinando presupuestos escalofriantes a marketing, publicidad y comunicación lanzando mensajes de todo tipo. La pregunta es ¿acaban siendo un gasto o una inversión con retorno?, es decir, ¿son eficaces a la hora de comunicar? Pues depende cómo se hayan planteado:

1.La información - ¿Hay algo que decir? Sin caer en el tópico de que siempre es mejor estar en silencio que hablar por hablar, conviene ponernos en el lugar de nuestro receptor. Preguntarnos si a nosotros nos interesaría recibir la información que queremos comunicar.

2.Lo interesante - ¿Es realmente información de interés? A menudo, se lanzan mensajes por el mero hecho de estar en la palestra. Al menos que hablen de uno ya sea bien o mal, es lo que nos mueve pero ni siquiera eso es tan sencillo. ¿Honestamente tenemos algo que decir que incluso a nosotros mismos nos interesaría oírlo si estuviésemos al otro lado?

3.La empatía - ¿Es un mensaje claro? Como receptores o interlocutores entendemos aquello con lo que nos identificamos o que resulta aplicable a nuestra realidad. Tenemos que poder absorber esa información y poder utilizarla y es tarea de quien comunica elegir bien qué contar.

4.La novedad - ¿Aporta algo nuevo? “Cuéntame algo que no sepa” o al menos que sea dicho de manera que no hayamos oído antes y visto de ese modo llame nuestra atención, bien por la inteligencia o por la creatividad que conlleva.

5.Protagonismo - ¿Es para mí el mensaje? Cuando creemos que tenemos una información de interés que contar, el factor “interesante” viene determinado por la persona o el grupo que vaya a recibir nuestro mensaje. No es necesario anunciárselo al mundo, sino más bien asegurarnos que quien vaya a recibir nuestra información, le resulte útil.

6.El código - ¿Hablamos la misma lengua? Ya lo hemos dicho antes: no porque queramos que nos entiendan, nos entenderán. Una vez que tenemos claro qué decir y a quién, la mejor receta es no complicarnos la vida y ser claros y directos.

7.El camino - ¿dónde estás? Incluso suponiendo que hayamos llegado a esta fase de nuestra comunicación, no resulta tan sencillo discernir dónde se encuentra nuestro público, teniendo en cuenta que cada vez somos más y que los canales proliferan a una velocidad vertiginosa. El trato directo, el correo tradicional, Internet, los medios de comunicación… Haberme puesto en el lugar de mi interlocutor y hablar su misma lengua me dará la pista para hacerle llegar mi mensaje.

8.La competencia - ¿Cómo hacerme oír entre todos los mensajes? Cada minuto se incrementa el bombardeo de información al que se encuentra sometida la sociedad. Sólo nos queda confiar en que transmitimos una información interesante para quien le puede resultar de utilidad y por el canal que considera más fiable y atractivo.

9.El test – Asegúrate que con todo y eso al final has dicho lo que quería decir ya que tenemos una oportunidad para causar una primera impresión positiva y no conviene desperdiciarla.

10.El objetivo - Seamos realistas, por último y, no olvidemos que al fin y al cabo lo que buscamos es que nos escuchen y nos entiendan para que utilicen nuestra información, comprando nuestro producto o contratando nuestro servicio. La cuestión no es comunicar por ego y salir en la portada del diario nacional o internacional más leído. Es cierto que nunca perdemos del todo la ilusión de conocer la fama para enorgullecer a nuestros familiares y amigos. Pero, la notoriedad en sí misma puede no ser el objetivo y aunque vayamos bien encaminados, no debemos empezar la casa por el tejado

lunes, marzo 19, 2007

Entropía



El término Entropía (tendencia natural de la pérdida del orden) puede referirse a:

En física y química a:

En teoría de la información a:

Entropía en la información, el grado de incertidumbre que existe sobre un conjunto de datos

Teoría del Caos....


De Wikipedia, la enciclopedia libre


Diagrama de la trayectoria del sistema de Lorenz para los valores r = 28, σ = 10, b = 8/3
Diagrama de la trayectoria del sistema de Lorenz para los valores r = 28, σ = 10, b = 8/3

Teoría del Caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas y la física que trata ciertos tipos de comportamientos impredecibles de los sistemas dinámicos. Los sistemas dinámicos se pueden clasificar básicamente en:

Un sistema estable tiende, según transcurre el tiempo, a un punto u órbita, según su dimensión (atractor). Un sistema inestable se escapa de los atractores, y un sistema caótico manifiesta los dos comportamientos. Por un lado, existe un atractor por el cual el sistema se ve atraído, pero a la vez, hay "fuerzas" que lo alejan de éste. De esa manera, el sistema permanece confinado en una zona de su espacio de estados, pero sin tender a un atractor fijo.

Una de las mayores características de un sistema inestable es que tiene una gran dependencia de las condiciones iniciales. De un sistema del que se conocen sus ecuaciones características, y con unas condiciones iniciales fijas, se puede conocer exactamente su evolución en el tiempo. Pero en el caso de los sistemas caóticos, una mínima diferencia en esas condiciones hace que el sistema evolucione de manera totalmente distinta. Ejemplos de tales sistemas incluyen la atmósfera terrestre, el Sistema Solar, las placas tectónicas, los fluidos en régimen turbulento y los crecimientos de población.

Por ejemplo, el tiempo atmosférico, según describió Edward Lorenz, se describe por 3 ecuaciones diferenciales bien definidas. Siendo así, conociendo las condiciones iniciales se podría conocer la predicción del tiempo en el futuro. Sin embargo, al ser éste un sistema caótico, y no poder conocer nunca con exactitud los parámetros que fijan las condiciones iniciales (en cualquier sistema de medición, por definición, siempre se comete un error, por pequeño que éste sea) hace que aunque se conozca el modelo, éste diverja de la realidad pasado un cierto tiempo. Por otra parte, el modelo atmosférico es teórico y puede no ser perfecto, y el determinismo, en el que se basa, es también teórico.

martes, marzo 13, 2007

Cuál es el activo más valioso de una empresa (y no es el que imagina)



Si se pregunta cuál es el activo más valioso de una empresa y un empresario y automáticamente le viene a la mente que es el dinero, entonces ha respondido como una gran parte de los empresarios (y como la mayoría de las personas, empresarias o no), pero no es la respuesta correcta.

Isaac Belmar, responsable de Recursos para Pymes.

Resumen

Hay varios activos fundamentales de cuya gestión depende el éxito y los resultados de una empresa. Valorar correctamente el más importante es la clave para obtener más resultados con los mismos recursos.


Uno de los pasos más importantes para ello es aplicar en su empresa una correcta gestión del tiempo, tanto para usted como empresario, como para todos los que trabajen con o para usted.

En este mismo artículo hay cuatro cosas prácticas para poner en marcha.

El activo más importante y valioso de una empresa y un empresario no es el dinero, sino el tiempo.

Todo emprendedor que comprende correctamente eso está en condiciones de extraer el máximo rendimiento de su negocio, mientras que los que no acaban de hacer (y sobre todo poner en marcha) ese cambio de mentalidad siguen arrastrando los efectos de tener una pieza que no encaja en el puzzle global de los negocios.

La demostración más sencilla y poderosa de por qué esto es así es que cuando a un empresario se le termina el dinero pueden pasar muchas cosas, pero siempre tiene la posibilidad, aunque sea en un futuro o más o menos probable, de volver a ponerse en marcha y volver a generar más dinero, de crear otra iniciativa de negocio...

Cuando se agota el tiempo, ya no puedes hacer nada. Así de simple.

El tiempo es tan valioso que es capaz de generar dinero, de hecho todo el dinero generado es porque alguien ha dedicado antes tiempo a ello. El dinero, por poderoso que pueda ser, nunca es capaz de generar un solo segundo más, ni con todas las riquezas del planeta juntas.

Es así de sencillo y, muchas veces, como con todas las cosas sencillas y básicas, tendemos a obviarlas y dejarlas de lado a favor de cosas más “complejas”, porque creemos que la solución para que nuestra empresa vaya mejor y consiga sus resultados debe estar en respuestas más complicadas que esa.

Hay dos clases de empresarios, los que se han dado cuenta de este elemento tan importante y lo asumen cada día en todo lo que hacen y los que no, los que siguen poniendo mal colocados los elementos de esta importante ecuación.

Difícilmente se puede inculcar desde fuera esto tan fundamental, uno tiene que darse cuenta por sí mismo, tras oírlo muchas veces pero nunca hacerle demasiado caso hasta ese momento, tras estar primando durante meses y años el dinero u otras cosas antes que el tiempo, tras darse cuenta de que emplear horas y más horas no lleva por sí mismo a ninguna parte… como sea, pero cuando uno cae en la cuenta, cuando se desliza la venda y la pieza encaja es como una epifanía, uno de esos momentos donde uno se palmea la frente diciendo “claro, así son las cosas realmente”.

Entonces, además de pensar lo mucho que ha derrochado de su activo más preciado hasta ese momento, se preocupa de que en su actividad como empresario y en su empresa en general, el tiempo se ponga en su sitio y se gestione correctamente algo tan valioso.

Hay dos malas noticias. Una es que solemos estar inmersos en una cultura empresarial donde el tiempo se derrocha a manos llenas. No es sorprendente que España sea uno de los países donde más horas se trabaja y, sin embargo, los índices de productividad se cuenten entre los más bajos de Europa.

La otra mala noticia es que no se puede conseguir más tiempo. Nunca. Cada día hay 24 horas y ya está. El empresario más poderoso y el más pequeño de los autónomos recibe el mismo tiempo… aunque esa noticia tiene su lado positivo: Se puede aprender a gestionar el tiempo. No se pueden conseguir más minutos con eso, pero se pueden aprovechar mejor.

Si quiere que su empresa mejore y su propio trabajo como empresario dé unos resultados mucho más óptimos, es prioritario que la gestión eficiente del tiempo sea una de sus prioridades. Porque cuando lo sea conseguirá algo fundamental en toda iniciativa de negocio:

Conseguirá más por el mismo esfuerzo y tiempo que emplea ahora mismo.

Es decir, que conseguirá mucha más rentabilidad y productividad en su negocio.

He aquí una confesión personal, yo he estado años inmerso en el mundo de la consultoría y asesoría, las jornadas maratonianas son una constante en ese sector de actividad, y la verdad, muchas veces se podían conseguir los mismos resultados en la mitad de tiempo.

Habiendo pasado la mayor parte de mi vida profesional en ese contexto, la valoración del tiempo estaba distorsionada, pero cuando caí en la cuenta con la gestión de iniciativas propias… los resultados comenzaron a ser mucho mejores con el mismo trabajo empleado.

Me consta de primera mano que eso es así también en otros empresarios y emprendedores que dan prioridad a la gestión del tiempo en sus estrategias.

La cuestión es, si prueba usted mismo, verá esos resultados y para eso, puede comenzar por poner en marcha estas estrategias, estos modos de actuar.

- Asuma el compromiso de que el tiempo es fundamental en su negocio, trate su tiempo como lo más valioso y aprenda estrategias de gestión del tiempo. Hay artículos y libros muy buenos sobre el tema, adquiera alguno y ponga en práctica las técnicas. Si aún no es consciente de la importancia, no importa, actúe como si lo fuera, póngase un periodo de prueba, un mes por ejemplo y métase en el papel, ponga en marcha técnicas adecuadas y vea los resultados. Se sorprenderá y tras ese periodo no tendrá que actuar “como si pensara que el tiempo es lo más importante” lo podrá saber de primera mano.

- Utilice y apóyese en herramientas de software que le ayuden. Dos fundamentales son su agenda Outlook y su software de gestión de proyectos Microsoft Project. Hágalos sus aliados e intégrelos en su forma de trabajar. Sólo una gestión correcta de su agenda producirá resultados significativos y reales, cuando la gestión de proyectos correcta sea algo natural en su empresa estará en el camino de extraer toda la rentabilidad posible.

- Inculque el compromiso en los que trabajan en su empresa. De poco sirve ser una isla en medio de un mar de gente que sigue poniendo reuniones intempestivas sin motivo o derroca el tiempo a manos llenas. Igualmente entre sus trabajadores y quien esté por “debajo” en la cadena de mando el beneficio de inculcar la gestión del tiempo y aplicarla es la clave. ¿Tiene una empresa con trabajadores? Regale un ejemplar de un buen libro al respecto y dé seguimiento al tema de que se lea y se aplique. Se sorprenderá.

- Identifique cuáles son ahora mismo las tareas que le “quitan” más tiempo (y de las que no extrae rendimiento). Hay tareas y formas de trabajar que son verdaderas ladronas de tiempo que no dan nada a cambio, sólo con identificarlas y buscar un medio para mejorarlas o evitarlas ya dará el primer salto sustancial y necesario.

Pruebe, póngase en marcha aunque sólo sea porque no hay nada que perder con la gestión del tiempo y sí muchísimo que ganar, garantizado.

Ocho características de la “Dirección por la Risa y el Buen Humor”


Por Enric Castellvi


¿Qué es la Dirección por la Risa y el Buen Humor?

La dirección es un proceso de influencia: es la capacidad de motivar a otras personas para hacer algo, creer en algo o actuar de determinada manera. El estilo de dirección es el patrón de comportamientos que utilizamos cuando estamos intentando influir en el comportamiento de los demás.

Se ha promocionado a mucha gente a posiciones de dirección sin el necesario entrenamiento o la experiencia apropiada. La buena noticia es que no es demasiado tarde y que no es difícil de aprender; hay muchos cursos que nos ofrecen las herramientas necesarias para poder desarrollar habilidades suficientes para una dirección eficaz, además, por otro lado, todo se basa en sentido común, en romper muchos de los esquemas y de las creencias que nos han venido encorsetando hasta hoy.

Aquí están ocho características que son conocidas, aunque no siempre seguidas, que precisa tener un buen líder.

1) Visión :

“Se ha de liderar hágalo con los pies en la tierra pero con la cabeza en el cielo”

(W. Bennís)

El líder ha de ser capaz de estar pensando “diez años por delante”. Debe adelantarse a las necesidades, a las modas, a los cambios. Conviene que sea “proactivo” y no “reactivo”. Debe inspirarse en los sueños, en las aventuras, en la imaginación, en la fantasía. “Si eres capaz de imaginarlo, eres capaz de hacerlo realidad”.

Debe saber reírse de sus limitaciones y poner su mente al servicio de la innovación, debe apostar por el entusiasmo, por el atrevimiento sin miedo al fracaso o al que dirán. Ha de ser capaz de ver la talla dentro del trozo de madera, el éxito como si ya o hubiera logrado, el oasis tras las dunas, todo un mundo de posibilidades que le aguardan para ser disfrutadas.

2) Motivación:

"Si quieres construir un barco, no empieces por cortar las maderas y distribuir el trabajo, sino que primero has de saber evocar en los hombres el anhelo del mar libre y abierto"

(A. de Saint Exupéry)

El líder debe prestar atención a lo que la gente desea, aun cuando ellos mismos no lo sepan. Los buenos líderes inspiran a sus equipos con su visión de un mundo mejor e infunden la confianza, el amor y la gratitud, en sus relaciones de trabajo

Lo que necesitan las personas, es tener una misión e ilusión para lograrla. No se puede construir sobre el miedo o la amenaza. No olvidemos que el liderazgo no tiene lugar en una burbuja o en un despacho aislado, sino con y para las personas. El liderazgo no se puede mantener, si no se consigue entre los colaboradores un nivel suficiente de identificación y de implicación con el proyecto que se intenta llevar a cabo.

Año tras año les preguntamos a nuestros empleados qué es lo que les motiva, y año tras año nos dan la misma respuesta: “sentirnos realizados con el trabajo que hacemos; percibir el cariño y el reconocimiento de nuestros colegas y de nuestros jefes; alcanzar el desarrollo profesional y personal; el apoyo y los recursos necesarios para poder hacer nuestro trabajo bien hecho y entonces, y sólo entonces, un salario justo que nos permita vivir dignamente”.

3) Gestionar las emociones:

“Lo más difícil no es convivir sino comprender a los otros”

(J. Saramago)

Nos lo jugamos todo en nuestras relaciones con los otros. El líder tiene que desarrollar un “talante”, un estilo o un modo de proceder que facilite la integración y la colaboración. Tiene mucho que ver con lo que hoy se entiende por actuar con “inteligencia emocional”.

Algunos lo llaman "instinto", otros lo llaman empatía o intuición. La gestión emocional incluye identificar, usar, entender y manejar las emociones propias y las de los demás de una forma ecológica, procurando hacer sencillo lo complejo; se trata de encontrar el equilibrio y la armonía, promover la generosidad y el agradecimiento; procurar la ternura, la amistad, el buen humor y el respeto.

Saber captar como se siente la gente (lo que desean o lo que necesitan) es inestimable para poder lograr la responsabilidad y la creatividad y hacer realidad nuestra visión.

4) Desarrollar:

“lo importante no es evaluar sino promover el desarrollo”

(E. Castellvi)

Enseñe a la gente cómo desarrollar una tarea, no la haga por ellos (incluso si uno puede hacerlo más rápido o mejor). Diga a sus colaboradores lo qué espera de ellos, así reduce sus miedos al fracaso, su timidez a la incertidumbre y su resistencia al cambio. Facilite las herramientas que necesiten para tener éxito y disfrutar de su trabajo. Enseñe, porque para aprender es necesario equivocarse varias veces, ya que sólo rompe platos quien los lava.

Aprenda a escuchar lo que le piden y/o lo que necesitan; no hay nada más deseado que ser tenido en cuenta. Pero también, es importante generar las vías de comunicación y el espacio adecuado para poder expresar los miedos y las dudas.

5) Digno de confianza:

“la puerta más segura es aquella que se puede dejar abierta”

Un líder debe tener credibilidad. El personal tiene que ver en él sus valores personales: honestidad, coherencia, compromiso, competencia, bondad y generosidad. Difícilmente, podrá servir de modelo o de ejemplo si no inspira confianza.

El sentimiento de confianza va unido al de seguridad en uno mismo y en los demás y a la esperanza de que todo va a ir bien y en caso de no ser así , uno podrá encontrar la forma de solucionarlo.

La confianza es la llave de toda relación. Vivimos en un entorno de constantes cambios donde muchas cosas no pueden ser previstas. Dentro de este contexto caótico y lleno de incertidumbres, vivimos nuestra vida. Es ahí donde un verdadero líder puede desarrollar su propia confianza y la de su equipo; mostrando valentía en sus decisiones, propiciando la seguridad en sus seguidores, y desarrollando la valentía en los demás.

El activo más grande de un líder, es que su comportamiento sea coherente con sus creencias. Que sus palabras sean el reflejo de sus acciones, incluso los que discrepan con él, lo respetarán enormemente si es justo y responsable. Nadie seguirá a un líder deshonesto o injusto, si no es por la fuerza y por la coacción. Pero ojo, el miedo y el odio, son dos ingredientes que inflaman la revolución.

¡Las acciones hablan de un modo mucho más ruido que palabras!

6) Asumir riesgos:

"Si siempre haces lo mismo, sólo obtendrás lo que ya tienes. Si deseas algo nuevo, haz algo diferente"

(Principio básico de PNL)

Esto suena a refrán, pero los líderes deben también recompensar la asunción de riesgos y alentar a sus colaboradores a tomar la corresponsabilidad de los intentos.

La soledad y el abandono son los peores enemigos de la confianza en uno mismo y son algunas de las situaciones que pueden producir miedo a afrontar riesgos. La misma situación puede afectar de manera distinta cada uno de nuestros colaboradores, por tanto, hay que prestar atención en cada uno de ellos. La expectativa de las consecuencias puede hacernos fracasar o paralizarnos simplemente con pensar en intentarlo.

Es importante mantener la cercanía con los colaboradores y transmitirles ánimo para afrontar sus temores. Reconozca sus metas y apóyelos, premie la innovación y la valentía, y comparta los éxitos y los fracasos para transformarlos en aprendizaje, en experiencia y en desarrollo.

7) Trabajo en equipo:

“El todo es más que la suma de las partes”

Un equipo es un pequeño grupo de personas aliadas por un proyecto común y que comparte objetivos de desempeño. Generalmente cada uno de sus miembros tiene habilidades y conocimientos complementarios y una interdependencia que exige que trabajen juntos para poder alcanzar el objetivo que los une.

Un líder de equipos debe ser una persona entusiasta, valiente, sensata, equilibrada y con sentido del humor, que se preocupe por cada persona de su grupo y debe responder a las siguientes pautas:

El líder inicia, facilita y revisa las nuevas ideas y prácticas. El líder se mezcla con el grupo, interactúa e intercambia experiencias personales con ellos. Fija niveles de esfuerzo, dedicación y estimula a los miembros en cuanto a los resultados de su rendimiento. Defiende al grupo contra los posibles ataques externos, manifiesta los intereses del grupo y actúa en nombre de éste. Subordina el comportamiento individual al grupal, estimula una atmósfera agradable, propicia el buen humor, la creatividad y la cooperación, media en los conflictos y promueve al ajuste individual al grupo.

8) Sentido del humor

“El humor es una afirmación de dignidad, una declaración de superioridad del hombre sobre todo lo que sucede

(Romaní Gari)

El sentido del humor y la capacidad para crear un clima o ambiente agradable de trabajo deben de ser una de las habilidades de un buen líder. La capacidad de reírse demuestra un elevado grado de inteligencia, de conocimiento y de control de uno mismo y es la manera más fácil de atraer a otras personas. El humor es también una buena estrategia para reducir las tensiones, para minimizar los problemas y aumentar así la creatividad. La risa y el buen humor contribuyen a mejorar nuestra relación con nosotros mismos y nuestra relación con los demás

El líder tiene que desarrollar un “talante” relajado que cree una atmósfera cálida y agradable. El clima laboral refleja el “tono emocional interno en las empresas” y de los empleados de la organización con respecto a distintos factores: cultura e integración organizacional, satisfacción laboral, motivación, nivel de productividad, etc.

La gestión de la sonrisa en la empresa puede ser un valioso Recurso Humano, reconfortante y enriquecedor. La diversión y el gozo laboral es un prerrequisito para la creatividad, para el desarrollo innovador y para mantener a la empresa sana y feliz.

Encuentre todos estos rasgos en si mismo y usted estará preparado para ser un buen líder. Si usted tiene alguno pero no todos...bien, entrene los que le faltan y ya estará preparado.

¿Cuáles tiene usted?, ¿cuáles son los que necesita desarrollar?

¡ Dirija su risa y su buen humor hacia su empresa y…buena suerte!

Enric Castellvi , Psicólogo y Risoterapeuta