martes, marzo 06, 2007

APRENDER A VIVIR: QUINTO SEMESTRE DE PREPARATORIA


QUINTO SEMESTRE DE PREPARATORIA

Una vida digna
Hablar de una vida digna no es hablar simplemente de una vida cómoda o el hecho de poseer grandes riquezas. Llevar una vida digna tampoco implica vivir como un ermitaño, alejado de la sociedad y ajeno a sus problemas. Llevar una vida digna es vivir honradamente, como seres humanos, como hijos de Dios, que se esfuerzan por satisfacer sus necesidades, tanto de vivienda, vestido y alimentación como de educación y desarrollo personal y familiar.
El valor del trabajo
Desde que el hombre existe sobre la tierra está sujeto al trabajo; entendiendo como trabajo a todo ejercicio de la actividad humana en vista de un fin útil. El trabajo es acción, movimiento, es vida. No es posible la vida sin trabajo.
El trabajo brinda oportunidades de perfeccionarse y cultivarse por el ejercicio de las facultades. Debe ser el medio legítimo para conseguir lo necesario para satisfacer las necesidades de la vida.
Los frutos del trabajo
Pero el trabajo "es fuente de riquezas", o sea produce frutos valiosos, tanto para el trabajador como para los pueblos. Por ello, todo trabajador merece nuestro respeto y consideración. Sin embargo, el trabajo "no debe considerarse como una simple mercancía", pues hay que considerar la dignidad humana de la persona que lo ejecuta.
El dominio de sí mismo
En la vida constantemente tenemos que enfrentar situaciones difíciles, muchas de las cuales las podemos superar si somos capaces de disciplinar nuestro "yo interno". Aprender a autodominarse no es tarea fácil, pero vale la pena, ya que de ello depende, en gran medida, el éxito o fracaso en las tareas que emprendamos.
La belleza interior
Hay muchas personas que viven preocupadas, y algunas hasta obsesionadas, por su presencia exterior, pero desgraciadamente han descuidado cultivar la belleza interior. Parece que nos enfrentamos a un nuevo ritual, que se desarrolla frente a un espejo, en donde las personas adoran el reflejo de su propia figura. Y, sin embargo, la auténtica belleza no radica en la apariencia exterior del ser humano, sino en la belleza del alma.
Hombre y mujer
Cuando Dios creó el universo y al género humano ningún detalle se le escapó. El proyecto Divino estableció que los sexos fueran dos, solo dos, distintos y complementarios. Dio a cada sexo una naturaleza apropiada a su rol y funciones; dotó a cada sexo de los órganos precisos de reproducción, e imprimió en el espíritu de cada uno diferencias esenciales, pero además de tales diferencias, también le imprimió una atracción mutua, una doble avenida de simpatía.
Pensamiento y realidad
Parece que desde hace tiempo muchos jóvenes dejaron de pensar con su cabeza y querer con su libertad, porque piensan y actúan con la ajena. Los educadores debemos favorecer que la juventud no asuma ya el papel de la esponja, un objeto receptivo de cuanto flota a su alrededor, sino que los jóvenes sepan distinguir lo bueno de lo perverso, lo cierto de lo falso, para que dejando lo inconveniente, absorba y se nutra sólo de aquello que lo dignifique.
Los peligros de la lectura
La lectura es el medio universal de aprender, es uno de los mejores medios de que se vale el hombre para la propia instrucción. Sin embargo ¿podemos leer todo lo que caiga en nuestras manos? Evidentemente no, ya que así como hay buenas lecturas, también las hay malas. Debemos tener mucho cuidado, porque el mundo está lleno de libros malos que parecen buenos, y de libros que sólo responden a una moda, a una ocasión temporal. También está lleno de libros que de verdad contienen temas vitales, pero que están escritos con torpeza, con desgano, con impericia, y que por lo tanto, pueden ser nocivos.
Con moderación
El hombre, en su constante búsqueda de solucionar sus necesidades y de colmar sus deseos y pasiones se ha creado infinidad de falsos paraísos. Los tiene en sus placeres, en sus satisfacciones, en sus vicios, etcétera. Muchas de las puertas a las que tocamos creyendo que tras ellas encontraremos el paraíso, no guardan más que placeres artificiales de un instante; no conducen a nada de lo que buscamos tan afanosamente. De ahí la importancia del llamado que se le debe hacer al joven, para que no se deje arrastrar por el vicio y los excesos.
¡Aprende a decir no!
La causa de tantos vicios como hay en nuestra sociedad es debido a que el arte de decir "NO", ha sido olvidado. Sin el arte de decir "no", es prácticamente imposible que haya jóvenes de carácter. Se necesita ser valiente para decir que no, para mantenerse firme en las convicciones.
¡Piénsalo dos veces!
Una de las tristes y peligrosas manifestaciones de la crisis de valores a la que nos enfrentamos en la actualidad es el flagelo de la drogadicción. Es en la edad juvenil cuando con mayor ahínco se buscan los placeres sensuales, mayores son las oportunidades que el individuo tiene para dejarse atrapar por la drogadicción, ya que es objeto de una constante labor de engaño por parte de los perversos que hacen del vicio su negocio.
Falsos profetas
En nuestros días, proliferan los falsos profetas que ofrecen infinidad de bondades a los incautos; por esa razón es importante estar preparados para no caer en sus garras. Su religión y credo son las supersticiones, conviene pues, saber qué son. En general, la superstición puede definirse como un vicio que ofrece culto divino a quien no se debe, o a quien se debe, pero de un modo inadecuado.
Pseudociencia
Es un deber estar alerta ante la falsa ciencia que en nuestros días, con mucha facilidad, se pone al alcance de todas las personas a través de libros, revistas, videos, periódicos, cursos, conferencias, importación de teorías pseudocientíficas que mal explican la concepción de Dios, mundo y hombre, con la intención de seguir abriendo la puerta a los disvalores, principalmente por el área de lo intelectual, para hacer que los hombres vivan en error y la falsedad en lugar de la verdad.

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