martes, marzo 13, 2007

Cuál es el activo más valioso de una empresa (y no es el que imagina)



Si se pregunta cuál es el activo más valioso de una empresa y un empresario y automáticamente le viene a la mente que es el dinero, entonces ha respondido como una gran parte de los empresarios (y como la mayoría de las personas, empresarias o no), pero no es la respuesta correcta.

Isaac Belmar, responsable de Recursos para Pymes.

Resumen

Hay varios activos fundamentales de cuya gestión depende el éxito y los resultados de una empresa. Valorar correctamente el más importante es la clave para obtener más resultados con los mismos recursos.


Uno de los pasos más importantes para ello es aplicar en su empresa una correcta gestión del tiempo, tanto para usted como empresario, como para todos los que trabajen con o para usted.

En este mismo artículo hay cuatro cosas prácticas para poner en marcha.

El activo más importante y valioso de una empresa y un empresario no es el dinero, sino el tiempo.

Todo emprendedor que comprende correctamente eso está en condiciones de extraer el máximo rendimiento de su negocio, mientras que los que no acaban de hacer (y sobre todo poner en marcha) ese cambio de mentalidad siguen arrastrando los efectos de tener una pieza que no encaja en el puzzle global de los negocios.

La demostración más sencilla y poderosa de por qué esto es así es que cuando a un empresario se le termina el dinero pueden pasar muchas cosas, pero siempre tiene la posibilidad, aunque sea en un futuro o más o menos probable, de volver a ponerse en marcha y volver a generar más dinero, de crear otra iniciativa de negocio...

Cuando se agota el tiempo, ya no puedes hacer nada. Así de simple.

El tiempo es tan valioso que es capaz de generar dinero, de hecho todo el dinero generado es porque alguien ha dedicado antes tiempo a ello. El dinero, por poderoso que pueda ser, nunca es capaz de generar un solo segundo más, ni con todas las riquezas del planeta juntas.

Es así de sencillo y, muchas veces, como con todas las cosas sencillas y básicas, tendemos a obviarlas y dejarlas de lado a favor de cosas más “complejas”, porque creemos que la solución para que nuestra empresa vaya mejor y consiga sus resultados debe estar en respuestas más complicadas que esa.

Hay dos clases de empresarios, los que se han dado cuenta de este elemento tan importante y lo asumen cada día en todo lo que hacen y los que no, los que siguen poniendo mal colocados los elementos de esta importante ecuación.

Difícilmente se puede inculcar desde fuera esto tan fundamental, uno tiene que darse cuenta por sí mismo, tras oírlo muchas veces pero nunca hacerle demasiado caso hasta ese momento, tras estar primando durante meses y años el dinero u otras cosas antes que el tiempo, tras darse cuenta de que emplear horas y más horas no lleva por sí mismo a ninguna parte… como sea, pero cuando uno cae en la cuenta, cuando se desliza la venda y la pieza encaja es como una epifanía, uno de esos momentos donde uno se palmea la frente diciendo “claro, así son las cosas realmente”.

Entonces, además de pensar lo mucho que ha derrochado de su activo más preciado hasta ese momento, se preocupa de que en su actividad como empresario y en su empresa en general, el tiempo se ponga en su sitio y se gestione correctamente algo tan valioso.

Hay dos malas noticias. Una es que solemos estar inmersos en una cultura empresarial donde el tiempo se derrocha a manos llenas. No es sorprendente que España sea uno de los países donde más horas se trabaja y, sin embargo, los índices de productividad se cuenten entre los más bajos de Europa.

La otra mala noticia es que no se puede conseguir más tiempo. Nunca. Cada día hay 24 horas y ya está. El empresario más poderoso y el más pequeño de los autónomos recibe el mismo tiempo… aunque esa noticia tiene su lado positivo: Se puede aprender a gestionar el tiempo. No se pueden conseguir más minutos con eso, pero se pueden aprovechar mejor.

Si quiere que su empresa mejore y su propio trabajo como empresario dé unos resultados mucho más óptimos, es prioritario que la gestión eficiente del tiempo sea una de sus prioridades. Porque cuando lo sea conseguirá algo fundamental en toda iniciativa de negocio:

Conseguirá más por el mismo esfuerzo y tiempo que emplea ahora mismo.

Es decir, que conseguirá mucha más rentabilidad y productividad en su negocio.

He aquí una confesión personal, yo he estado años inmerso en el mundo de la consultoría y asesoría, las jornadas maratonianas son una constante en ese sector de actividad, y la verdad, muchas veces se podían conseguir los mismos resultados en la mitad de tiempo.

Habiendo pasado la mayor parte de mi vida profesional en ese contexto, la valoración del tiempo estaba distorsionada, pero cuando caí en la cuenta con la gestión de iniciativas propias… los resultados comenzaron a ser mucho mejores con el mismo trabajo empleado.

Me consta de primera mano que eso es así también en otros empresarios y emprendedores que dan prioridad a la gestión del tiempo en sus estrategias.

La cuestión es, si prueba usted mismo, verá esos resultados y para eso, puede comenzar por poner en marcha estas estrategias, estos modos de actuar.

- Asuma el compromiso de que el tiempo es fundamental en su negocio, trate su tiempo como lo más valioso y aprenda estrategias de gestión del tiempo. Hay artículos y libros muy buenos sobre el tema, adquiera alguno y ponga en práctica las técnicas. Si aún no es consciente de la importancia, no importa, actúe como si lo fuera, póngase un periodo de prueba, un mes por ejemplo y métase en el papel, ponga en marcha técnicas adecuadas y vea los resultados. Se sorprenderá y tras ese periodo no tendrá que actuar “como si pensara que el tiempo es lo más importante” lo podrá saber de primera mano.

- Utilice y apóyese en herramientas de software que le ayuden. Dos fundamentales son su agenda Outlook y su software de gestión de proyectos Microsoft Project. Hágalos sus aliados e intégrelos en su forma de trabajar. Sólo una gestión correcta de su agenda producirá resultados significativos y reales, cuando la gestión de proyectos correcta sea algo natural en su empresa estará en el camino de extraer toda la rentabilidad posible.

- Inculque el compromiso en los que trabajan en su empresa. De poco sirve ser una isla en medio de un mar de gente que sigue poniendo reuniones intempestivas sin motivo o derroca el tiempo a manos llenas. Igualmente entre sus trabajadores y quien esté por “debajo” en la cadena de mando el beneficio de inculcar la gestión del tiempo y aplicarla es la clave. ¿Tiene una empresa con trabajadores? Regale un ejemplar de un buen libro al respecto y dé seguimiento al tema de que se lea y se aplique. Se sorprenderá.

- Identifique cuáles son ahora mismo las tareas que le “quitan” más tiempo (y de las que no extrae rendimiento). Hay tareas y formas de trabajar que son verdaderas ladronas de tiempo que no dan nada a cambio, sólo con identificarlas y buscar un medio para mejorarlas o evitarlas ya dará el primer salto sustancial y necesario.

Pruebe, póngase en marcha aunque sólo sea porque no hay nada que perder con la gestión del tiempo y sí muchísimo que ganar, garantizado.

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