APRENDER A VIVIR: TERCER SEMESTRE DE PREPARATORIA

	¿Qué va ser de mi vida? El joven, en la puerta de la vida, debe tener una idea clara, seria, noble y cristiana de lo que debe ser su vida terrena, como preparación para su vida eterna. El joven va a tomar decisiones de lo que quiere ser y hacer en su vida, de las personas que va a elegir para amigos y con quienes intercambiará bondades; elegirán a su esposo o esposa, según corresponda, para compartir el apoyo integral en sus necesidades, descubrirán y elegirán el oficio o profesión con el cual ganarán el pan, y cumplirán la misión que les corresponde.
	Mis ambiciones La ambición es el ardiente deseo de poseer alguna cosa de la cual se carece. Es natural al hombre, que busca lo que no tiene y constantemente desea ser mejor de lo que es. La ambición puede considerarse como una virtud, si sabemos controlarla y sujetarla a nuestro fin último, que es la salvación eterna, pero también puede ser un peligro, si ella es la que nos desborda.
	Deberes para mi persona El deber, implica una orden de la conciencia del hombre para hacer el bien a sí mismo y a los demás. Es la responsabilidad que tiene para mejorar en lo personal y en lo social. En relación con los deberes que se tienen para consigo mismo se encuentran: los deberes con el entendimiento, los deberes para con la voluntad, los deberes para con el cuerpo y, sobre todo, no olvidar los deberes que, como creatura de Dios, se tienen para con el Creador, y con el alma.
	La persona frente a los valores Un valor es una perfección que eleva a la persona, inclusive a un nivel sobrenatural. Siendo entonces el valor una perfección, todo aquello que denigre al hombre carecerá de ello, como por ejemplo, el mal.
	La razón de vivir ¿Para qué se vive? A esta interrogante ni la ciencia, ni la técnica nos darán la respuesta. ¿Entonces quién? La reflexión lleva a comprender el sentido de la vida; por ello es importante que el joven reflexione y busque el sentido que debe tener su vida. Pero también es importante hacerlos conscientes de que la vida no se debe perder con frivolidad. ¡A la vida hay que darle su justo valor!
	Los espejismos de la felicidad La aspiración suprema del hombre es la felicidad. Desafortunadamente, en su afán por encontrar esa felicidad, el hombre moderno ha confundido la felicidad con múltiples espejismos que se le presentan. Por ejemplo, muchos hombres viven con la errónea concepción de que la felicidad total, sólo se conquista en la medida en que se obtengan bienes materiales, privilegios o posición social, y depositan su esperanza de felicidad en aquello de lo que carecen.
	¡Siempre hay una solución! Día a día podemos leer en las páginas de los diarios los altos índices de suicidios, especialmente entre los jóvenes; el aumento de problemas de alcoholismo y drogadicción, los elevados niveles de delincuencia, etcétera, que son un reflejo de la crisis de valores que padecemos. Las causas de esta situación son múltiples, pero, sobre todo, se evidencia una falta de esperanza casi total. Es importante prevenir a los jóvenes para cuando lleguen a presentarse estas dramáticas situaciones.
	Pensar sanamente De la misma manera que nos preocupamos por mantener un cuerpo sano, así también debemos preocuparnos por mantener una adecuada mente sana, ya que tanto la buena salud física y la buena salud mental se complementan mutuamente. Una persona que tienen buena salud mental es aquella que la mayor parte del tiempo, aunque no siempre, se siente a gusto consigo mismo, juzga rectamente a los demás y es capaz de satisfacer las exigencias de la vida tal y como se le presentan.
	El gran desafío:Volver a pensar Pensar rectamente dispone a los hombres a actuar honradamente; pensar lógicamente lleva a los hombres a buscar la verdad; pensar sabiamente hace a los hombres más cultos; pensar teniendo como guía las normas morales, hace a los hombres más educados; pensar activamente, lleva a los hombres a una vida más productiva; pensar con entusiasmo, es vivir alegremente.
	La realidad de las cosas Cuando conocemos perfectamente la verdad, nuestro entendimiento se parece a un espejo en el cual vemos retratados, con toda fidelidad, los objetos como son en sí, cuando caemos en error, se asemeja a uno de aquellos vidrios de ilusión que nos presentan lo que realmente no existe, pero cuando conocemos la verdad a medias, si bien nos muestra objetos reales, sin embargo, los ofrece alterados en tamaño y figura.
	Pensar lógicamente Debemos aprender a pensar lógicamente, para poder dar soluciones más adecuadas ante la diversidad de situaciones que se presentan en la vida. Las personas que piensan lógicamente están más aptas para hacer comentarios, afirmaciones y tomar decisiones metodológicamente bien fundamentadas, lo que representa una garantía de que sean correctas. Los que no piensan lógicamente están expuestos a incongruencias y confusiones en sus pensamientos y por lo tanto en sus actos, lo que puede llevarlos a tener tropiezos y a dudar en los momentos decisivos, y en ocasiones, hasta hacer el ridículo con sus comentarios.
	Ideas irracionales En nuestros días están de moda las prácticas supersticiosas más insensatas. Y no son sólo los ignorantes, sino también algunos hombres instruidos, se inclinan ante estas groseras necedades: ¡desde la buena suerte que se lee en los naipes y el augurio que hace sobre la palma de la mano, la gitana vieja de cara amojamada, pasando por el loro y el pajarillo blanco que sacan la cédula reveladora, hasta los errores del espiritismo que hacen saltar los nervios!
	Una carrera a tu medida Elegir una carrera es uno de los problemas más importantes que se deben resolver en la vida. Una adecuada elección de carrera, en la cual se desarrolle tanto profesional como personalmente, es un excelente medio para alcanzar la felicidad en esta vida. Esa elección es un problema difícil, porque de escogerse mal, el trabajo se hace sin bríos, la vida es una pesada carga, existe incertidumbre y desasosiego. El que ocupa un sitio en un lugar que no es el suyo; con facilidad se sentirá frustrado, fracasado y, quizás, condenado a vivir así por todo el resto de su vida.