
Del Libro de: Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva
Cierto día, Un señor que iba paseando en el campo se encontró frente a un leñador que afanosamente estaba cortando un tronco, y el paseante le preguntó:
-Disculpe señor, usted luce exhausto..., ¿cuánto tiempo ha estado trabajando?
-Más de seis horas -fue su respuesta.
-¿No sería bueno que descansara un poco y afilara su serrucho?
El hombre responde:
-No... no tengo tiempo, pues hay mucha leña que cortar.
-Pero si afila su sierra cortará más rápido; Y si descansa, tendrá fuerzas para cortar más.
El hombre se quedó pensativo, como dando la razón a aquel señor, pero miró para su reloj, luego para la leña, y se puso a cortar leña, olvidándose del consejo de aquel hombre le había dado.
AFILE LA SIERRA
El mayor bien que poseemos somos nosotros mismos, tenemos que renovar las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza: La física, la espiritual, la mental y la social/emocional. Para cortar muchos árboles debemos afilar la sierra frecuentemente.
La mayoría de las filosofías en el mundo hablan de estas cuatro dimensiones:
Física: Nutrición, ejercicio, control del estrés. Hacer ejercicio, comer bien, descansar el tiempo suficiente, recrearse. Nadar, caminar, correr, se tiene que encontrar tiempo para hacerlo y potenciar nuestras fuerzas. Con la actividad física se practica también el primer hábito de ser proactivo y cuidar su salud.
Mental: Leer, visualizar, planificar, escribir. Después de la educación formal, muchos dejamos que nuestras mentes se atrofien, con una vida cómoda y retirada de cualquier actividad mental, uno de los enemigos más profundos de nuestra actividad mental es la televisión. la literatura de calidad, los libros de liderazgo, aprender cosas nuevas, son algunas cosas las cuales debemos hacer para renovarnos mentalmente. Organizar y planificar son otras actividades importantes.
Emocional / Social: Servicio, empatía, sinergia, seguridad. Seguridad en si mismo, confiando en que las relaciones son ganar-ganar. Que hacemos algo por los demás, que nuestras relaciones son duraderas y que controlamos nuestras emociones.
Espiritual: Valores, compromiso, estudio y meditación. La renovación espiritual tiene que ver con el segundo hábito y es la que nos lleva al liderazgo, es nuestro centro. Son las fuentes de la inspiración, nos elevan. Puede ser mediante contemplación de la naturaleza, la gran literatura o la gran música, la meditación, para llevar la paz que proporciona en los momentos más difíciles.
Es una actividad del cuadrante II. El cuadrante I atrapa con sus urgencias y no permite renovarnos. Debemos tener equilibrio en la renovación, sin descuidar ninguna de las áreas y así encontrar la sinergia que nos lleve en un espiral ascendente de renovación y crecimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario